Las relaciones entre el arte y el cine siempre han sido íntimas, porque en ambas son las imágenes las que hablan, dicen, emiten, más que los textos (excepto cuando éstos son imágenes).

Más allá de los exitosos biopic (como los de Andy Warhol, Frida Kahlo o Jackson Pollock, por citar algunos) o aquellos filmes que han tomado hasta composiciones de pinturas (como lo hace “Roma”, de Alfonso Cuarón sobre “La balsa de la medusa”, de Théodore Gericault), esta nota tampoco tratará de cómo ha influido la producción artística en realizaciones históricas, y no tan lejanas. Que no es poco.

Véase para el caso cómo una escena de “La naranja mecánica” (1971) repite “Ronda de presos” (Van Gogh, 1890).

EN LA NATIONAL GALLERY. El agente 007 observa la pintura de William Turner mientras espera contactarse con su intendente.

Los trazos y colores, así como la simetría o las tensiones, fueron llevados o planteados a innumerables producciones.

En “Soñadores” (2003) de Bernardo Bertolucci, mientras dos jóvenes tienen sexo y juegan en una cama se puede ver un afiche de “Libertad guiando al pueblo” (la famosa obra de Delacroix), intervenida a tono con el Mayo Francés, pero con el rostro de Marilyn Monroe.

Manhattan

En 1979 Woody Allen estrenó “Manhatann” y su encuentro tanto con Mariel Hemingway como con Diane Keaton fue en el MOMA, donde se observan claramente obras de Sol Lewitt y de Donald Judd (entre otras), importantes escultores minimalistas de los 60 y 70; uno de los personajes dice que está Sol Lewitt está “sobrevalorado”. Y en “Sueños de un seductor” (1972) intenta conquistar a una chica conversando sobre un obra de Jackson Pollock en el museo.

PASEO. Woody Allen y Diane Keaton reflexionan ante una escultura en el MoMa, en la famosa realización “Manhattan”.

El Museo Metropolitano (MET) ha aparecido en muchos programas de televisión y películas. Allí Pierce Brosnan roba una pintura de Monet en una nueva versión de “El Caso Thomas Crown” de los años 90. Billy Crystal y Meg Ryan también deambulan por el Salón Egipcio del MET en “Cuando Harry conoció a Sally”. Tras pasear por el parque, Harry y Sally entran a ese museo y se puede ver Temple of Dendur, templo egipcio construido en el siglo 15 antes de Cristo que en los años 70 Egipto regaló a Estados Unidos.

En “El Código da Vinci” de Ron Howard y con Tom Hanks y Audrey Tautou nos permiten ver “La Gioconda” y “La virgen de las rocas” del gran Leonardo o la famosa pirámide de cristal del exterior del museo.

Pero claro, se podrá decir, es un thriller que trata sobre Da Vinci, por lo que era obvio que algunas de sus obras iban a aparecer.

Frente a Turner

Sin embargo quien parece estar acostumbrándose a estos tratos con las pinturas clásicas es Daniel Craig.

“SOY LEYENDA”. El actor Will Smith protege al pequeño en una vivienda poblada de cuadros de grandes artistas, como de Van Gogh.

Cuando rodó una escena de “Skyfall” (2012) el agente 007 se encuentra en la National Gallery de Londres, donde se cita con el nuevo “Q” frente al cuadro de William Turner, pre impresionista “El Temerario conducido al desguace”. James Bond dice en su texto: “yo sólo veo un puto barco”. La producción fue dirigida por Sam Mendes.

En “Skyfall”, James Bond atrapa al ex agente del MI6 Silva (Javier Bardem). Pero antes de la misión, le presentan a un nuevo e ingenioso intendente (Ben Whishaw). Ambos se encuentran por primera vez en la National Gallery frente al famoso cuadro de Turner.

En Grecia

En 2022 Rian Johnson dirigió “Glass Onion: Un misterio de Knives Out”, protagonizada por Caniel Craig, Chris Evans y Edward Norton, entre otros.

El detective Benoit Blanc (Craig) viaja a una suntuosa mansión de una isla griega, donde conoce a un ecléctico grupo de amigos convocados por el multimillonario Miles Bron para celebrar su reunión anual.

En la mansión se ven claramente obras de Piet Mondrian (“Composición en óvalo”, 1914), Francis Bacon (“Crucifixión”, 1933), Pablo Picasso (“Gato devorando un pájaro” 1939), Mark Rothko (“Número 207”, 1961), Alexander Calder (“Proyecto de establo”, 1969), David Hockney (“Cañón de Nichols”, 1980) y Jean-Michel Basquiat (“En este caso”, 1983). Pero también “La Gioconda” ubicada en una caja de vidrio, que jugará un rol importante, porque Miles menciona que quiere ser recordado como la Mona Lisa, como uno de los más grandes de la historia.

En el resto de las habitaciones, incluso en los baños, también hay presencia de famosas pinturas; por ejemplo vemos “La alegría de vivir” (1906) e “Ícaro” (1944), ambas del pintor francés Henri Matisse.

La realización se puede ver en Netflix.

En los sueños

En 1990 Akira Kurosawa presentó “Sueños”, una serie de ejercicios fílmicos basados en ocho sueños recurrentes.

El quinto episodio, “Cuervos”, es especialmente interesante por la elección del elenco: el también director de cine Martin Scorsese asume el papel de pintor Vincent Van Gogh. Distintas obras del holandés observa un joven estudiante de pintura en un museo.

Salvando a Bacon

Del mundo de la Ciudad Gótica tanto se ha hablado, pero hay un detalle muy importante en el que poco se ha advertido.

En “Batman” (Tim Burton, 1989) el villano Joker, interpretado por Jack Nicholson, irrumpe junto a su banda en el museo de arte de Gotham City para secuestrar a la novia de Bruce Wayne. Y destruyen todas las obras, aunque hay una excepción. El bastón de noble que agita en el aire de forma espasmódica se interrumpe entre el puñal de uno de sus facinerosos y el cuadro que iba a destruir. “Este me gusta”, le dice. El Joker ha emitido un juicio artístico: el cuadro salvado es una obra del pintor irlandés Francis Bacon el epígono de la figuración-expresionista.

Una serie de fotos del artista Robert Mapplethorne, aunque no en su plenitud aparecen en el film “Dirty pictures” (2000). Allí, en el Centro de Arte Contemporáneo de Cincinnati, Dennis Barrie (interpretado por James Woods), organiza un evento para exhibir una serie de fotos de Robert Mapplethorne. Pero los problemas con la censura lo llevan a un juicio.

“Soy Leyenda”

En “Soy Leyenda” (2007) se puede ver un cuadro de Vincent Van Gogh, pintado en mayo de 1890, cuando estaba a punto de abandonar el sanatorio.

La película dirigida por Francis Lawrence y protagonizada por Will Smith, está basada en la novela del mismo nombre de Richard Matheson.

La película cuenta cómo los seres humanos han manipulado genéticamente un virus para curar el cáncer, pero todo sale mal y lo que hace es convertir a casi todos los humanos en bestias rabiosas y agresivas con intolerancia a la luz del sol. La verdad es que el director de la película ha llenado la vivienda del protagonista de cuadros famosos, vamos a ver los que hemos podido identificar que están en el MOMA.